viernes, 6 de junio de 2008

Cacaluta, próximo ecocidio

Sociedad abierta
ERNESTO REYES
En el Día Mundial del Medio Ambiente, es práctica común que políticos y funcionarios se llenen la boca de discursos sobre los daños que los seres humanos le hacemos a nuestro entorno; incluso se reviven imágenes de las consecuencias del llamado cambio climático que agobia al mundo entero.
Pero en hechos concretos, tanto el gobierno federal como autoridades de los otros niveles de gobierno – el estatal y el municipal- hacen exactamente lo contrario de lo que pregonan.
Si no, vean la forma en que sigue adelante el plan de construir en el valle de Cacaluta, Huatulco, un campo de golf que beneficiará a un puñado de practicantes de este deporte considerado elitista, en perjuicio de la biodiversidad de la zona y por ende, de sus habitantes.
Parecen voces en el desierto las que claman atención federal y de la opinión pública nacional hacia la inminente amenaza que se cierne sobre el Parque Nacional Huatulco.
El tiempo corre en contra de los conservacionistas porque cuando se consolide el proyecto turístico anunciado por el mismísimo Felipe Calderón durante su reciente visita a la zona, Cacaluta será de las primeras en salir perjudicadas.
Teniendo como escenario precisamente un campo de golf, Calderón y Ulises Ruiz disfrutaban hace poco menos de 3 meses, de opípara comida, dispuesta entre otros por Fonatur, entidad del gobierno federal . Bajo este relajado ambiente se hicieron anuncios de crear un corredor turístico en la costa así como la construcción de la supercarretera que unirá a Ejutla con Ventanilla.
El plan de atraer- con mejor infraestructura- a miles de turistas para dinamizar la economía, deja de lado la conservación del hábitat a cambio de utilidades económicas.
Afortunadamente, hay todavía mexicanos, y otros que han escogido esta tierra para vivir, que se ocupan de proteger -en palabra y acción – a la naturaleza, que en la costa es pródiga en sorpresas. Son ellos quienes han hecho circular desde hace meses la denuncia sobre el ecocidio que estaría próximo a cometerse.
La denuncia señala que la construcción de un complejo turístico con campo de golf en el valle de Cacaluta, significará la pérdida del Parque Nacional Huatulco, la desaparición de flora y fauna, de los arrecifes más conservados del océano Pacífico, además de escasez de agua. También provocará – afirman- la muerte de los únicos humedales de la zona, y que son bebederos de la fauna, los cuales están protegidos legalmente. Esto sin contar con la inminente desaparición de arrecifes, del caracol púrpura y especies marinas como el marlín, entre otros daños.
De acuerdo con el “plan maestro de la zona” elaborado por FONATUR, este proyecto se haría en la microcuenca y bahía de Cacaluta, mediante la construcción de 3 mil cuartos de hotel y de un campo de golf en un desarrollo en el que se invertirán 660 millones de dólares.
Ante esto, expertos advierten que fue un error no incluir los bajos de Cacaluta en el decreto de la reserva de 1998, por lo que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas debe incluir su polígono, porque está en la parte baja de una microcuenca muy importante para la reserva ecológica. Es una zona muy destacada por la belleza de su paisaje y por eso se planea un complejo turístico, lo mismo pasó con San Agustín”, ha dicho Deni Salinas, directora del parque.
Deni le dijo recientemente a La Jornada que la extensión en riesgo es de 310 hectáreas; se trata “de una zona fundamental para la vida de la reserva, pues es de los pocos lacustres en el área; es determinante para la dinámica ecológica de la región, en la que hay selva baja caducifolia y en época de estiaje es totalmente seca. Este humedal es la única fuente de agua en la zona”.
Es además un sitio Ramsar, considerado así por su diversidad de aves y mamíferos marinos por la Comisión Nacional de Uso y Conocimiento de la Biodiversidad. Ahí se encuentran los arrecifes mejor conservados del Pacífico mexicano, por lo que la construcción de un campo de golf, que demanda un millón de metros cúbicos de agua al año, perjudicará a al menos cuatro comunidades de Huatulco, indica a su vez el diagnóstico de la Universidad del Mar en torno a recursos naturales de la microcuenca del río Cacaluta.
Para el escritor Leonadro Da jandra y su esposa Agar, un campo de golf “pondría en riesgo el caracol púrpura, fuente de ingresos de pobladores de la costa. Habría contaminación de mantos acuíferos y se dañarían los arrecifes.
“Los daños que provocarán el campo y la urbanización serían modificar el relieve, uso insostenible del agua, disminución de mantos acuíferos en una región donde sólo llueven 65 días al año, contaminación por pesticidas, modificación del microclima, pérdida de bosque y fauna, deterioro de los arrecifes, pérdida de servicios ambientales y la posible pérdida del parque, debido a que los únicos humedales se localizan en Cacaluta y son bebederos naturales de la fauna”, resume el estudio de la Universidad del Mar.
La situación es tan grave, que el año pasado sólo acudió a desovar a la playa, una tortuga laúd, lo cual indica que esta especie se irá definitivamente. Lo mismo puede suceder con el fondo de coral de Cacaluta, único en su tipo después del existente en la isla Galápagos.
“Si se afecta Cacaluta se daña el parque nacional. La parte terrestre aún es extraordinaria: por kilómetro cuadrado es el sitio donde más venados hay en México. También hay pumas, tigrillos, jaguarundis, oso hormiguero; del reservorio de aves de Oaxaca, el parque tiene 30 por ciento”, concluye el autor de Huatulqueños, quien con el apoyo de especialistas ha puesto un grito de alerta para que no se cometa un ecocidio más.
Es la lucha por la preservación del medio ambiente que no se ve por ningún lado en el sector oficial.
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