sábado, 28 de junio de 2008

Periodismo, riesgos…

Sociedad abierta
ERNESTO REYES
Acaba junio con un país crispado en temas de seguridad pública, centrados por la enorme repercusión que tiene la ciudad de México, en la tragedia sucedida en un antro- como dicen ahora los jóvenes- en la delegación Gustavo A. Madero.
En una semana, los yerros en el operativo policiaco han hecho sucumbir al delegado político, mientras que Marcelo Ebrard tendrá que decidir hasta qué nivel aguanta las presiones para despedir al jefe de la policía, Joel Ortega.
En Oaxaca, las ambiciones de poder llegan a tal punto que al parecer, la propuesta de reforma constitucional presentada por la bancada del Partido de la Revolución Democrática tiene el objetivo primario de sondear entre las principales fuerzas que se mueven en la Cámara de diputados las posibilidades de dictaminar cambios cosméticos que beneficien a uno de los grupos que aspiran a retener el gobierno del estado.
Sus promotores, que son como el avestruz que entierra en la arena la cabeza pero deja al descubierto la larguísima cola, piensan que los demás son tontos presumiendo una procedencia de la reforma que no es tal; está plenamente identificado su principal promotor y el que se sentiría beneficiario para una eventual gubernatura de dos años. Un minigobernador, ni más ni menos. ¿ ya identificaron?
En el extremo de la sociedad civil, a iniciativa del Movimiento Ciudadano por Oaxaca, se realizó el Segundo Foro medios de comunicación “Cobertura de noticias en zonas de violencia”, con participantes de varios países, entre ellos Alemania, Colombia y México.
Entre ellos pudimos reconocer a Darío Fritz, representante en México de la Fundación Rory Peck y a José Buendía, director en México de la Fundación Prensa y Democracia, con quien el mes pasado coincidimos en otro foro relacionado con la prensa y cómo federalizar los delitos cometidos contra periodistas.
La iniciativa, les decía, animada por Francisco Reyes, busca que reporteros y trabajadores de los medios de comunicación locales asumamos con seriedad que el cubrimiento de información en zonas de conflicto debe tener una metodología, porque esto evita que se sufran represalias, amenazas y diversos tipos de agresión y agravios por parte de las partes que por lo menos en Colombia, tienen tanta beligerancia que se expresa en diversos grupos de control del territorio como son las FARC, los paramilitares y los narcotraficantes, además del Ejército y las diversas policías .
En otras partes del mundo también hay experiencias, que necesitamos no se repitan en México; por ello a nivel nacional en años recientes se han dado seguimiento a múltiples hechos que afectan a la libertad de expresión y al libre ejercicio de esta actividad.
En su mayoría, las comisiones poco ayudan a esclarecer casos; sin embargo, son punto de referencia para radicar quejas o denuncias. Está por ejemplo, la Fiscalía Especializada contra agresiones a periodistas que está tutelada por la PGR y en la cámara de diputados hay una comisión atenta, también de esta situación.
Los periodistas en general poco creemos que comisiones y fiscalías resuelvan los problemas que en cuanto a la inseguridad pende sobre la integridad de los profesionales de los medios; no será así hasta que el Estado mexicano asuma realmente un compromiso de garantizar condiciones de seguridad para todos quienes ejercemos esta actividad convertida en profesión.
En el foro sobre los derechos laborales de los periodistas a realizarse este sábado en un hotel de la calle de libres, veremos la otra cara de la moneda, la que tiene que ver con las condiciones económicas y sociales en que se desenvuelven cientos y cientos de compañeros que no tienen el más mínimo respaldo de sus empresas para vivir de manera digna.
El segundo foro, concluido ayer por la tarde, contó con la participación además del reportero Jorge Octavio Ochoa del periódico El Universal, y de dos periodistas colombianas: Gloria Castrillón y Yuli García, quienes compartieron sus experiencias en su país y en México, la última es reportera de Denise Maerker y estuvo atenta al conflicto desatado hace dos años en Oaxaca; igual que Jorge Octavio, quien contó sus experiencias como enviado del rotativo capialino.
Perla Gómez Gallardo, especialistas en legislación sobre medios, cerró el ciclo inaugurado por el doctor Frank Priess, periodista alemán y director de la Fundación Konrad Adenauer, fundación que en Latinoamérica apoya diversos proyectos sobre comunicación y democracia como el que abriga medios para la Paz, un grupo de periodistas colombianos que han diseñado estrategias de autoprotección para evitar ser víctimas de la violencia.
Eso precisamente, es lo que hay prevenir: los riesgos que se corren por abrigar una profesión tan poco reconocida por la sociedad, pero que tantas satisfacciones produce.
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