lunes, 16 de junio de 2008

“Peleles”

ERNESTO REYES
La reciente gira de Andrés Manuel López Obrador, por el puerto de Salina Cruz y San Pedro Pochutla, coincidió en fecha con la megamarcha realizada en esta capital por el magisterio y por la APPO para conmemorar el segundo aniversario de la estupidez del gobierno oaxaqueño para desalojar el plantón magisterial.
Fue un 14 de junio muy especial porque mientras un sector duro del movimiento social descalificaba a la comisión ampliada de la sección 22 por haber negociado con Gobernación y Elba Esther Gordillo la suspensión de las protestas ( y el levantamiento del plantón), en los mítines encabezados por AMLO volvía a reintegrarse a este movimiento la dirigencia estatal del PRD representada por José Luis Montero Garnica.
Es decir, en el movimiento se hace cada vez más amplio el alejamiento entre los sectores que para avanzar en sus conquistas laborales no dudan en firmar compromisos con el régimen, frente a quienes tienen una postura irreductible para no hacerlo. Cuestionan el doble discurso y el desplazamiento de demandas políticas por las económicas, como por ejemplo que la salida de Ulises Ruiz ya no sea la principal.
Sin embargo, sectores duros y muy radicalizados del magisterio y la APPO ahora han aceptado sin mayor problema el paquete económico que incluye créditos para vivienda, dejando para un periodo más largo la salida de los presos políticos, lo cual hizo que de pronto, en la asamblea estatal, se orientara a los delegados a votar por la propuesta de la cúpula sindical.
Trasciende, sin que se confirme, una reunión secreta y muy especial con altos funcionarios del gobierno del estado en el hotel Los Olivos para “convencer” a los más reacios a aceptar lo que ya se había acordado en Gobernación. Puede ser, puede no serlo, pero la especie corre desde entonces en los pasillos sindicales, lo que derivaría en el levantamiento del plantón este sábado para permitir que Ulises Ruiz, como en los tiempos de los emperadores, recorriera el zócalo para observar cómo se removían los residuos de una batalla que cree ganada.
El curso de las protestas y las decisiones de la próxima asamblea estatal dará o no la razón de quienes desconfían e incluso abuchearon al líder sustituto Ezequiel Rosales cuando pronunciaba su discurso en el quiosco central. Exageración temeraria, sin duda, porque un solo hombre no puede vender un movimiento, ya que los órganos de gobierno magisteriales tienen toda la responsabilidad en sus decisiones.
Habrá sin embargo, relajamiento entre comerciantes que pensaban que el plantón se prolongaría más tiempo, pero también desasosiego entre familiares de los presos y perseguidos políticos porque, como siempre, su situación es dejada al último, como ha sucedido en procesos de negociación anteriores.
Esperemos que la dirigencia seccional dé la cara frente a todas estas versiones y explique a quienes siguen creyendo en la limpieza de un movimiento que nada se ha hecho a sus espaldas, y que son falsas los dichos de que un grupo de notables líderes vendió a todos los demás por 40 millones de pesos.
Fue en los otros extremos de la entidad, en el puerto petrolero y en Pochutla, donde se dieron señales de que el movimiento contra la privatización del energético suma cada vez más adeptos y cobra más fuerza. Ahí López Obrador, con encendidos discursos se fue con todo contra el gobierno panista, aliado ahora del PRI oaxaqueño, a través del encubrimiento de todos los excesos sufridos por el pueblo.
Por eso los comunicados presentados como información en varios medios locales y estatales para dolerse de que haya llamado “pelele “ a Calderón cuando debiera – se intuye por el hedor de las miasmas de los escribientes por consigna- nombrarlo como el “señor presidente”, “amigo de Oaxaca”, y rendirle pleitesía. Nada más grotesco.
Quienes mueven estas plumas manchadas por el fango, pretenden ignorar que el término pelele no es un insulto; es una descripción por ser Calderón instrumento del gran capital que lo puso en la presidencia y ahora le cobra los favores instándolo a que privatice el petróleo. Es como las acusaciones contra Ulises Ruiz cuando se le llama represor y tirano: los hechos motivo de la conmemoración del sábado, más el número de muertos, heridos, encarcelados, perseguidos, etcétera, son la comprobación fehaciente de este señalamiento. En todo caso ¿quiénes son los demás “peleles”? Los redactores y preguntadores por consigna, seguramente.
Por esto fue interesante ver a Montero Garnica, acompañado por Guadalupe Rodríguez, coordinadora legislativa del PRD en la cámara de diputados local, recibir al Peje en Salina Cruz para decirle con su presencia que le reconocen su liderazgo en este movimiento, independiente a la postura que cada militante del PRD asuma dentro de su partido.
Contrastó con la ausencia en Pochutla de Raymundo Carmona y el diputado Benjamin Hernández quienes de este modo han rendido la plaza a la nueva autoridad municipal que se fortalece a través de regidores leales al movimiento lópezobradorista. Allá ellos y su mala cabeza.
Fuentes del Frente Amplio Progresista, confirmaron durante la gira, que López Obrador estará nuevamente en Oaxaca el próximo fin de semana, en la ciudad de Tuxtepec. Será el domingo y el coordinador de la gira en aquella región es nada menos que el ex priista José Soto, casi seguro candidato a la diputación federal contra Eviel Pérez Magaña.
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