lunes, 30 de junio de 2008

Atropellos en Huatulco

Sociedad abierta
ERNESTO REYES
Este fin de semana en Oaxaca, hubo dos foros: uno sobre derechos laborales y otro sobre el ejercicio periodístico en zonas de riesgo. En ambos hubo coincidencias sobre males que aquejan al gremio, que con el caso que aquí abordo, confirman que los derechos de los periodistas siguen siendo vulnerados en un país cuyo gobierno muy poco se preocupa por garantizarles condiciones mínimas de seguridad para realizar su trabajo.
Ahora les tocó a dos reporteros de la región de la costa, región que con el Istmo de Tehuantepec desde hace tiempo está penetrada por los cárteles nacionales e internacionales de la droga.
Es común entonces, que se realicen operativos por parte de fuerzas policiacas y militares. A nadie extraña que en el marco de la lucha contra la delincuencia organizada el gobierno haga su trabajo. Está bien.
El problema es que como ya ha sucedido en entidades del norte del país, a la par de esta febril actividad, se vulneren derechos de la ciudadanía. En esto no estamos de acuerdo.
Hace una semana, elementos del Ejército Mexicano efectuaron tres operativos en el descanso turístico de Huatulco con saldo, al parecer, de 5 detenidos y 3 vehículos asegurados. Trascendió, que las fuerzas castrenses iban a detener a miembros de una banda que opera a sus anchas en la zona. Pero como los datos de inteligencia militar hablaban de que pudieran estar escondidos en lujosas residencias de la Crucecita, pues enfilaron a sus elementos hacia dos zonas residenciales: fraccionamiento Conejos y Balcones de Tangolunda.
Por denuncias que al menos dos ciudadanos interpusieron ante el Ministerio Público del fuero común, debido a los atropellos cometidos por los soldados, trascendió que los cateos fueron realizados sin el cuidado de no atropellar derechos de pacíficos ciudadanos.
Al menos eso les consta a dos particulares que se sintieron humillados y perjudicados en su propiedad, e hicieron que en la agencia del ministerio público local se abrieron las averiguaciones previas ( 179 y 180) en contra de los soldados (y policías) que pudieran resultar responsables, pertenecientes a los regimientos de Puerto Escondido, Pinotepa Nacional y Miahuatlán de Porfirio Dìaz.
Según versiones periodísticas, el operativo fue apoyado con tanquetas y camionetas tipo hummer en diversas horas de la noche, causando temor entre pacíficos ciudadanos que ahí viven.
Los particulares presentaron su denuncia por los delitos de allanamiento de morada y otros que pudieran configurarse porque los uniformados causaron destrozos en chapas, cristales, puertas e incluso se llevaron dinero en efectivo y hasta documentos personales. Todo con el temor de hombres, mujeres y niños.
Pero los atropellos también alcanzaron a los periodistas Antonio García y Omar Gasga, de medios locales, quienes al acudir al lugar, fueron interceptados y obligados a bajar de sus vehículos, y ya en el suelo, según denuncia de los afectados, les apuntaron con sus armas exigiéndoles una explicación por su presencia.
Como el actuar de los militares y policías es contrario al respeto que se merecen quienes laboran en un medio informativo, la agencia Quadratin para la que trabajan, envió al presidente, Felipe Calderón Hinojosa, al presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, José Luis Soberanes y a otras autoridades, una carta pública de protesta por esta situación. Al expresar mi solidaridad con los periodistas agredidos, y advertir que esta protesta no pretende hacerle el juego a nadie para que no se siga combatiendo a la delincuencia organizada, les convido la carta para su conocimiento.
“C. Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa
C. Presidente de la CNDH.
Los días sábado 21 y domingo 22 de junio, el Ejército Mexicano realizó actividades hasta el momento no aclaradas en Santa María Huatulco, cateando algunos domicilios y haciendo presencia en lugares normalmente no ocupados por las fuerzas castrenses.
Los periodistas Omar Gasga y Antonio García, corresponsales de Quadratín, Agencia Mexicana de Información y Análisis, acudieron al lugar donde hacían presencia los elementos del Ejército Mexicano, para realizar las actividades propias de recopilación de información.
Sin embargo, durante el mismo fueron objeto de serias violaciones a sus derechos humanos, toda vez que quienes se supone están para resguardar la seguridad nacional, atentaron contra sus derechos más elementales.
Tratados como delincuentes, sin importarle la presentación de sus credenciales de prensa, ambos periodistas fueron bajados violentamente de su vehículo, y tirados al suelo, en donde fueron encañonados, con clara desventaja respecto de sus agresores.
Los periodistas no iban armados, como sí lo iban quien participaban en este operativo. Al compañero Antonio García lo golpearon en el estómago y la tortura psicológica que sobre ambos ejercieron es un acto reprobable, no sólo como periodistas, sino como seres humanos que no merecen un trato indigno como el otorgado por las fuerzas castrenses, quienes iban cubiertos del rostro, con chalecos antibalas y superando en número a quienes se acercaron con la única finalidad de obtener datos para hacerlos llegar a la sociedad, en cumplimiento al compromiso ético de informar.
Señor Presidente de la República:
Como medio de comunicación condenamos enérgicamente el uso de la fuerza y la arbitrariedad de la actuación de los elementos del Ejército bajo el escudo del combate al narcotráfico y la delincuencia organizada.
Exigimos el castigo a los responsables de estos hechos, atentatorios contra la integridad física de dos comunicadores que únicamente cumplían con su trabajo y pedimos que se otorguen las garantías necesarias para el desarrollo de su actividad periodística, principalmente en esta zona, que ha sido rehén de distintos grupos delictivos.
Creemos que una institución como el Ejército Mexicano no debe hacer reiterativo este actuar, convirtiéndose en una amenaza para la libertad de expresión e incluso, para la vida misma de los comunicadores y de cualquier ciudadano.
El derecho de una sociedad a ser informada no debe ser coartado ni con balas ni por la fuerza, mucho menos cuando esta proviene del Estado Mexicano.

Francisco García Davish,
Director general de Quadratín

Guadalupe Thomas,
Directora de Quadratín en Oaxaca”.
Contactos: Ernesto_reyes_647@hotmail.com
tandemmedios@hotmail.com
ernestreyes@prodigy.net.mx
http://sociedadabiertareyes.blogspot.com/