viernes, 12 de septiembre de 2008

Un año de tregua

Sociedad abierta

ERNESTO REYES
Este jueves 11 de septiembre fue una fecha emblemática para muchos sectores porque al tiempo de recordar el golpe militar contra el presidente Salvador Allende en Chile, en 1973, que frustró por un momento la idea de una vía pacífica al socialismo, se cumplieron 7 años de los atentados contra las Torres Gemelas en Nueva York, y para tranquilidad de los mexicanos, ya corrieron 365 días sin que el EPR realizara acciones de sabotaje contra instalaciones estratégicas del Estado mexicano.
Como se recordará, hace un año la organización armada hizo estallar varios ductos de Pemex en Veracruz y Tlaxcala, con incalculables pérdidas económicas y el desasosiego generado en la administración felipista.
El objetivo era, como lo sigue siendo por parte de la guerrilla, reclamar la aparición con vida de dos de sus integrantes: Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez. También sus familiares, que formaron un comité, acompañado por muchas organizaciones, desean verlos vivos.
Después de varios titubeos y posiciones contradictorias entre sectores del gobierno, finalmente se aceptó el ofrecimiento del grupo armado para que se integrara una Comisión de Mediación para negociar sobre las bases de que era fundamental que aparecieran sus dos militantes que no se hallan desde el 25 de mayo del 2007. Nunca se habló de dejar las armas, ni tampoco que habría una amnistía para quienes optaron por este camino en la búsqueda de transformaciones sociales para el país.
A regañadientes de los sectores duros del gobierno, se creó la Comisión, integrada por personalidades de salta solvencia moral, como el obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz, el periodista Miguel Ángel Granados Chapa, Gilberto López y Rivas, el escritor Carlos Montemayor y otros miembros de Servicios para la Paz.
Carlos Montemayor, en sendos artículos publicados la semana anterior en La Jornada, escribió parte de la historia de esta Comisión y las contradicciones que se han enfrentado por una serie de confusiones que ha tenido el gobierno, debido a su pretensión de negociar directamente con el Ejército Popular Revolucionario, sin conseguirlo.
Es preciso señalar, como lo comentaremos en este espacio mañana, donde damos cuenta de unas revelaciones hechas por Carlos Montemayor al respecto, que dicha comisión no tiene ningún trato directo con el EPR, pero tampoco el EPR tiene algún acercamiento con el Gobierno federal. Por ninguna vía. La mediación sólo se realiza a través de lo que se publica en los medios de comunicación. No sucede como en su momento en Chiapas, después del levantamiento zapatista en 1994, donde la negociación era visible a través de la CONAI y la COCOPA.
Ante la imposibilidad de acceder a los expedientes de la Procuraduría General de la República y la negativa del gobierno a que los comisionados indaguen directamente su paradero, en la Secretaría de la Defensa Nacional y el Centro de Información y Seguridad Nacional, las actividades de esta instancia surgida de la sociedad civil está en puntos suspensivos.
En lo único que se ha avanzado, además de que el EPR no realice acciones y tenga mejores espacios en la prensa, es en el reconocimiento del estatus de “desaparición forzada” de que fueron víctimas Edmundo y Gabriel por pate del Estado Mexicano. Pero de los eperristas, no hay ningún indicio relevante de que estén vivos, y nadie se responsabiliza de su desaparición.
Pero imagínense cómo estuviera el país si a lo largo de este año transcurrido, así como sucede con el narcotráfico y la delincuencia organizada, fuéramos testigos de más actos de sabotaje o incluso enfrenamientos con grupos rebeldes. El país estaría en una crispación total.
Desde el principio, ateniéndonos a los comunicados que difunde el EPR, los indicios sobre la desaparición de Edmundo y Gabriel apuntaban hacia el régimen de Ulises Ruiz, quien reiteradamente ha negado que alguna de sus corporaciones policiacas los hayan detenido.
Esto contrasta con las afirmaciones del grupo armado en el sentido de que ya no se les volvió a ver después que ambos realizaran un viaje al estado de Oaxaca. Nadie parece ceder y el gobierno federal se tarda en actuar: está paralizado. Y ya pasó un año.
Contactos: Ernesto_reyes_647@hotmail.com
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