martes, 23 de diciembre de 2008

Memorial de agravios

Sociedad abierta
ERNESTO REYES
Antes que acabara el año, en esta capital se hizo le presentación del libro Memorial de Agravios, un cuidadoso compendio de fotografías alusivas al movimiento social del 2006 y algunos hechos posteriores, como el ataque policiaco, donde cayera molido a golpes Emeterio Merino y muchos más.
El compromiso de artistas plásticos como Rubén Leyva, quien desde los años setenta en la escuela de Bellas Artes, no olvida su raigambre social y sabe del trauma que significa la represión y el autoritarismo gobernante, da vida a un volumen de 207 fotografías de reporteros gráficos locales, nacionales y extranjeros que fueron testigos de estos acontecimientos.
He tenido oportunidad de leer los textos elevados a categoría de crónica y discusión de los alcances y límites de esos meses cruciales para el futuro de Oaxaca, obsequiados por Jorge Pech Casanova, Fernando Solana Olivares, Abraham Nahón, Luis Hernández Navarro y Fernando Matamoros Ponce.
No hay mejor mirador, ha dicho alguien, que la lente de un fotógrafo, y añadimos ahora, la de un videoasta, porque la tecnología ha sumado ya, a la cámara de video que es manipulada ahora, hasta por un aficionado, para recoger historias.
Ver una fotografía, dice otro, es como ver la realidad a través de una ventana. Como lo entendió el considerado padre del fotoperiodismo, Robert Capa ( o Kappa, como quiera llamársele) quien cubriendo la Guerra Civil Española hizo famosa la foto mundialmente llamada “muerte de un miliciano”, donde se describe el momento casi exacto en que un combatiente cae en el fragor de la batalla.
Algo similar, pero en contrario, le sucedió al camarógrafo estadounidense Brad Will aquél 27 de octubre, cuando filmó el momento en que priistas de Santa Lucía lo hieren de muerte. Muerto 20 años después en Vietnam, cuando pisó una mina, Capa popularizó una frase que describe el peligro en que corren los profesionales de la imagen cuando cubren un acontecimiento: “ Si tus fotos no son lo suficientemente buenas es que no te has acercado lo suficiente”.
En la historia de la fotografía que trata de recuperar momentos históricos irrepetibles – y quién no, si no los fotógrafos y fotógrafas- hay muchos casos de reconocidos artistas de la lente que han intervenido en conflictos bélicos y sociales. En México muchos fotógrafos de prensa o fotoperiodistas pasaron a la historia cubriendo desde la Revolución Mexicana, cuando ya la fotografía estaba en su apogeo, hasta los movimientos campesinos, sindicales, sociales e incluso armados que han cambiado la faz del México que habitamos. El 68 fue uno de ellos, el 71 y el levantamiento zapatista.
Lástima que los fotógrafos oaxaqueños de entonces, algunos de los cuales están vigentes, no sistematizaron la ocupación de tierras, la toma de empresas, los paros comerciales, las manifestaciones callejeras y los actos de represión cometidos por los gobiernos más represivos de la historia oaxaqueña: Edmundo Sánchez Cano, Manuel Mayoral Heredia y Manuel Zárate Aquino, quienes en su satrapía fueron superados, sin embargo, por Ulises Ruiz.
Acaso Rafael Donis y Graciela Iturbide, lograron retratar el renacimiento de la insurgencia juchiteca, pero esta no tuvo la dimensión de la que vivimos los oaxaqueños.
De ahí que tengan notoriedad, los trabajos de prisa ante el cierre de edición o la urgencia de enviarlos a las agencias de noticias o medios convencionales o alternativos de este grupo de fotógrafos oaxaqueños, y otros de otras latitudes que documentaron los momentos más estremecedores de la erupción social. Fue su oportunidad de decir: estuvimos presentes, nadie nos lo contó, y se los muestro, como dice Juan Carlos Reyes, “para que el horror ( de la represión) no se repita.”
Sirvan estas líneas para reconocer el trabajo de Blanca Hernández, Alicia Huerta, Gabriela León, Marcela Taboada, Félix Reyes, Ezequiel Leyva, Mario Jiménez, Jorge Santiago, Katie Orlinsky, Jorge Luis Plata, Max Núñez, Jorge Santiago, Baldomero Robles, Fabrizzio Velasco, Barak Torres, Bruno Varela, Luis Cruz, Edson Caballero, Heinrich Schulze, y otros más que muestran su calidad periodística y artística.
Desafortunadamente no están todos quienes en el marco del conflicto consignaron imágenes del semestre más difícil que hemos vivido los oaxaqueños frente a la falta de sensibilidad del Estado para cortar uno de sus miembros purulento y teñido de sangre que con su podredumbre ha invadido el tejido social.
Contactos: Ernesto_reyes_647@hotmail.com
www.sociedadabiertareyes.blogspot.com/