miércoles, 19 de noviembre de 2008

Informe partidista

Sociedad abierta
ERNESTO REYES
El acto oficial del verdadero Informe protagonizado por Ulises Ruiz fue un evento eminentemente partidista para mostrar su tejido de relaciones de sus amigos y protectores a nivel nacional y enviar un mensaje a la oposición -débil y controvertida que se desarrolla en Oaxaca- de que en el 2009 va con todo para recuperar las 9 diputaciones federales perdidas y establecer condiciones para que un año después retenga la gubernatura a favor del tricolor.
Esta es una primera lectura , de muchas, sobre el evento celebrado el lunes, donde por más de una hora, y ante selecto grupo de invitados entre los que destacaron 6 gobernadores, Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón, así como Roberto Madrazo, Ulises leyó el mensaje político del IV Informe en el Museo del Palacio, edificio que fue rodeado de vallas de seguridad y policías que implementaron un operativo de 700 efectivos para resguardarlo de cualquier presencia incómoda.
Dentro del recinto, la calidez de la aglomeración de invitados, funcionarios, empresarios y hasta opositores domesticados, con las cámaras de televisión transmitiendo en directo; afuera, personas de condición humilde que se congelaban observando el acto de manera virtual, a lo lejos.
Los operadores priistas- mujeres en su mayoría- los habían “arreado” comedidamente para que respondieran con su paciencia a “su gobernador” por los apoyos cristalizados en despensas y proyectos productivos.
Es apenas una muestra del músculo de la pobreza que mediante brigadas piensan exhibir en julio del 2009 para llevarse el “carro completo” como lo vaticinan ya las miles de bardas que de manera anticipada pintan en toda la entidad, sin que la oposición realice un extrañamiento.
Luego que el sábado Ulises Ruiz enviara su Informe por escrito a la Cámara de Diputados, como lo exige la Constitución local, se esperó hasta el lunes para dar públicamente pormenores de las obras y acciones de su régimen y el mensaje político.
Dóciles los diputados, en su mayoría, no repararon en el hecho que dos días después, y hasta con su complacencia, se realicen gastos millonarios para dar vida al verdadero Informe, presentado ante la cúpula partidista, cómplices políticos y vasallos, en un escenario pintado de rojo.
Así se puede entender la presencia de gobernadores, algunos de ellos compañeros del mismo dolor y color que Ulises como los de Puebla, Coahuila, Hidalgo, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz, así como el obispo de los ricos, Onésimo Cepeda, entre otros.
El desfile de personajes, y el tono de las palabras de Ruiz, en un mensaje muy mal leído, con sospechosos errores de dicción, le permitieron defenderse de críticas sobre la falta de transparencia y utilización facciosa de los recursos públicos, agradecer los 44 mil millones de pesos de presupuesto autorizados para Oaxaca y ofrecer elecciones limpias, cosa imposible de cumplir por los antecedentes con que llegó al cargo, y presumir, como en su campaña mediática, que a pesar de la crisis económica, las coyunturas políticas y brotes aislados de seguridad, en Oaxaca se respira la paz y tranquilidad que propicia el progreso.
Nada más falso, si no que se lo pregunten a víctimas y familiares de muchos oaxaqueños y oaxaqueñas que desde el 2004 han sufrido cárcel, persecución y amenazas-con más de una veintena de muertos en el conflicto-, lo que evidencia impunidad y complicidad de las estructuras gubernamentales para proteger a los responsables de los agravios.
Una de las apariciones con datos duros para confrontar a Ulises, amén de las declaraciones que en torno al Informe ofrecieron voceros de diversas expresiones políticas, fue del coordinador de los diputados de Convergencia, Benjamin Robles quien presentó un contrainforme donde refuta varios de los rubros donde según el gobierno se ha avanzado.
En el marco del fuerte operativo de seguridad implementado para evitar cualquier contratiempo a la ceremonia, se corrieron versiones de que una mujer habría sido levantada por un comando de hombres armados a solo siete cuadras de donde se realizaría el acto oficial.
Sin embargo, al parecer, habían sido elementos de la Agencia Federal de Investigaciones que acudieron a ejecutar una orden de aprehensión, dejando temor entre los vecinos y confusión entre los jefes policiacos que nunca supieron dar información confiable de los hechos.
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