lunes, 4 de agosto de 2008

Demasiada mala suerte

Sociedad abierta

ERNESTO REYES
El 25 de junio pasado, cuando Felipe Calderón explicaba a ejecutivos de un banco español la situación económica que prevalecía en el mundo, la cual impactaba en México, calificó el estancamiento y el alza de precios como “demasiada mala suerte”, y que era lo último que un gobernante quisiera enfrentar.
Sincerándose ante un auditorio a modo, con los hombres del dinero, Calderón decía que le había tocado durante mucho tiempo enfrentar la adversidad, pero esto para él hacía la vida menos aburrida y la tarea de gobernar mucho más fascinante.
Pues a ver si con este mismo optimismo toma las cosas que están sucediendo en su gabinete de seguridad pues en tan solo una semana Calderón ha decidido varios despidos presentados como renuncias de funcionarios de la Procuraduría General de la República.
El más sonado es la del titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, la SIEDO; una especie de la DEA a nivel México, porque en sus manos está el combate al narcotráfico y otro tipo de actos ilegales como los secuestros.
A Noé Ramírez Mandujano se le atribuye la ineficacia en dos casos muy mayores que al no solucionarlos provocaron su salida de la PGR.
Uno de ellos, se dice, es por la torpeza e ineficiencia con que la SIEDO manejó el secuestro del hijo de un empresario de una cadena de tiendas de productos deportivos -que por cierto tiene sucursal en Oaxaca. El joven de apenas 14 años de edad, apareció esta semana en la cajuela de un vehículo abandonado en la delegación Coyoacán de la ciudad de México.
Cuando ocurrió el plagio, dada la preeminencia de la familia, hubo reclamos a Calderón por parte de los barones del dinero quienes se quejaron de la falta de resultados y efectividad en esta área.
Lo más grave ocurre ahora en que después de 60 días de haber sido plagiado con su escolta y su chofer, quienes aparecieron asesinados, la familia pagó supuestamente un rescate por 6 millones de dólares pero el joven había sido ejecutado incluso antes de las negociaciones.
Incluso los familiares publicaron un anuncio periodístico ofreciendo “dos millones de razones” para que entregaran al joven, dirigido al Grupo de la Flor como se identifica a esta banda de delincuentes, porque en los cuerpos de sus víctimas dejan un crisantemo amarillo como huella de la organización.
Pero al parecer no es sólo por este caso por el que Ramírez Mandujano fue cesado de manera fulminante por Calderón, sino porque según ha trascendido en medios de la procuraduría, también se responsabilizó al funcionario por la liberación de dos policías oaxaqueños –Pedro Hernández y Ángel Reyes Cruz- detenidos en abril pasado por su presunta responsabilidad en la desaparición de los eperristas Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez.
A pesar de haberlos arraigado y de armar un operativo en las mismísimas instalaciones de la hoy Agencia Estatal de Investigaciones, conocido como Los Pinos, ambos policías, detenidos el 25 de abril pasado, quedaron libres porque la SIEDO no pudo acreditarles responsabilidad en los hechos por los cuales se les señalaba. Por falta de sustento de testigos y la carencia de evidencia.
Las declaraciones de un supuesto testigo protegido conocido por su clave, Luna, y de un policía que supuestamente trabajaba con los sospechosos, no fueron corroboradas en los hechos, por lo que el 26 de julio un juez federal ordenó su libertad al concluir el arraigo de 90 días solicitado por la PGR.
El malestar de Calderón por haber liberado a servidores del gobierno de Ulises Ruiz es porque, dicen en medios de la presidencia, el gobierno quedó sumamente debilitado ante los acercamientos que a través de un comité de mediación realiza la Secretaría de Gobernación con el Ejército Popular Revolucionario.
La falta de seriedad en este caso, se comenta, podría ser el argumento del grupo armado para reiniciar sus atentados en instalaciones estratégicas del país, y esto es lo que menos conviene a la estabilidad del país en momentos en que se discute el tema petrolero y se invierten casi todos los recursos destinados a la lucha frontal contra el narcotráfico. Tener otro flanco de confrontación abierto, debido a las torpezas de la PGR, sería como dice Calderón, “demasiada mala suerte”.
Las cosas en la PGR, donde su titular, Eduardo Medina Mora debe estar pensando seriamente en su renuncia, parecen agravarse con el anuncio de que José Luis Santiago Vasconcelos, quien fungiera como Subprocurador de Asuntos Internacionales de la Procuraduría General de la República (PGR), tomó la decisión de retirarse de la institución tras dos décadas de servicio.
No se han dicho razones, más que producto de los cambios normales en una dependencia, pero el hecho de que Santiago Vasconcelos fuera también titular de la SIEDO, en el sexenio pasado, y que se le reconozca como uno de los pocos expertos en el combate al narcotráfico, a nivel incluso internacional, hacen temer que Calderón poco a poco se va quedando sin sus mejores piezas para enfrentar una dura tarea a la que se lanzó con el fin de recuperar la mucha legitimidad que le faltaba. Esta si es demasiada mala suerte. ¿ No creen?
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