martes, 11 de noviembre de 2008

Sin fichas

Sociedad abierta

ERNESTO REYES
Atribulado por la repentina muerte de su amigo, el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, Felipe Calderón parece haberse quedado sin fichas en el tablero de la sucesión, pues antes que mirar hacia los leales y su círculo íntimo, prefiere nombrar en la dependencia a un personaje neutro para evitar envidias que lo sigan confrontando con sus propios correligionarios del PAN.
En su discurso del domingo, Calderón adelantó acaso lo que iba a anunciar a temprana hora del lunes, antes que abrieran los mercados.
Molesto porque el foxismo no se hizo presente en el homenaje a su amigo, en la sede nacional del PAN, Calderón fustigó hasta a los panistas por oponerse – algunos miembros destacados como Manuel Espino, por ejemplo- a las decisiones presidenciales.
El caso concreto: la forma en que el fallecido secretario operó el arribo sin contrincante de Germán Martínez a la presidencia nacional del PAN, haciendo uso de presiones a la burocracia política en forma de aplanadora, al viejo estilo priista. Quienes se opusieron a esta forma de hacer política, fueron prácticamente borrados del mapa. Algo similar operó Mouriño para despedir de manera humillante a Santiago Creel de la conducción del Senado.
Mucho habrá de decirse sobre el perfil que tiene el nuevo titular de Gobernación, Fernando Gómez Mont, egresado de la misma escuela que Calderón: la Libre de Derecho. En primer lugar, forma parte de un despacho de abogados que lo mismo defiende a inocentes que a quienes infringen la ley. Del profesionalismo de él y de sus socios nadie duda.
Muchos dirán que esta es la condición de los profesionales del derecho; sin embargo, al hombre público se le juzga hasta por sus antecedentes profesionales: nunca será lo mismo defender legalmente a víctimas de abusos o vulnerados de sus derechos humanos, que a criminales, aunque haya miles de justificaciones.
Hay sin embargo, en el PAN, profesionales del derecho que han sido brillantes tribunos y líderes parlamentarios que cuando Acción Nacional era oposición destacaron en la lucha por la democracia.
Hoy sin embargo, el grupo de Diego Fernández de Cevallos, gozne de negociación con el PRI, revive como el ave fénix, ya que igual como sucedió con Antonio Lozano Gracia, quien del despacho de Diego fue a parar a la Procuraduría General de la República, en tiempos de Ernesto Zedillo, otro cercano al “Jefe” es solicitado para dirigir la política interior del país.
Como parte del despacho de abogados penalistas donde figura Alonso Aguilar Zínzer, Julio Esponda – hijo del político oaxaqueño Julio Esponda Solana- Gómez Mont ha colaborado en casos polémicos como el de Raúl Salinas, Canal 40, Rogelio Montemayor, y otros, sobre los cuales hubo mucha controversia, ya que nunca se pudo disociar el entorno de corrupción y de tráfico de influencias que tenían estos personajes.
En descargo del nuevo habitante de la casona de Bucareli, se podría decir que se le debe juzgar a partir de su desempeño en su nueva responsabilidad, pero no debe olvidarse que la trayectoria de Gómez Mont, le ha permitido alternar – como su mentor, el “Jefe” Diego- su trabajo profesional con cargos públicos y políticos, sin que exista rubor alguno del propio PAN.
Fueron tantos los excesos del Jefe Diego, que se emitió una Ley que castiga el tráfico de influencias. Habrá que aplicarla, ya que por alguna extraña razón, en lugar de buscar a personajes con expediente limpio, Calderón se ha visto envuelto en sus propias decisiones.
Así sucedió con Mouriño y ha pasado con algunos otros, por lo que no puede ser diferente con Gómez Mont, ex diputado federal, miembro destacado del PAN e integrante de una familia de abolengo azul.
Una de las primeras tareas que enfrenta el nuevo encargado de la política interior, más allá de la interlocución que logre con los actores políticos y de las prendas personales que lo acompañen en temas como las reformas legales o la cuestión electoral, será deslindarse de cualquier asunto turbio al que esté ligado.
Parece que en dos años Calderón se cansó de jugarle a la sucesión adelantada, y ahora pone a un panista puro, que aparentemente no viene a mover las aguas sucesorias, porque el impacto del avionazo lo dejó sin fichas.
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