lunes, 21 de julio de 2008

“Estercolero” amarillo

Sociedad abierta

ERNESTO REYES
Al considerar que hubo irregularidades en más del 20 por ciento de las casillas instaladas, la Comisión Nacional de Garantías (CNG) del PRD anuló el sábado pasado las elecciones del pasado 16 de marzo para presidente y secretario general de este partido. Habían pasado cuatro meses y tres días de la cuestionada elección.
Sin pronunciarse por la validez o invalidez de la elección de delegados al Congreso Nacional y Consejo Nacional ni a las que al mismo tiempo se llevaron a cabo en los comités estatales, la CNG determinó no respaldar prácticas fraudulentas – el “chuchinero” como fue bautizado por los contrarios a los “chuchos”-, mismas que afectaron la certeza jurídica en todo el proceso, desde la etapa de la convocatoria hasta el cómputo de resultados.
Con la anulación, de acuerdo con el Reglamento General de Elecciones y Consultas del PRD, el Consejo Nacional tiene 30 días para emitir la convocatoria a una elección extraordinaria, misma que deberá anteceder al nuevo proceso electivo por 45 días como mínimo, aunque el ordenamiento no marca un plazo máximo para los nuevos comicios.
La resolución fue acatada bajo protesta por el ex candidato de Izquierda Unida, Alejandro Encinas, y rechazada completamente por el ex aspirante de Nueva Izquierda, Jesús Ortega, quien se dijo sorprendido por no habérsele reconocido el triunfo sugiriendo que se validara el cómputo aunque tuviera irregularidades. El jefe de los “chuchos” ya se sentía con el triunfo en la bolsa, asociado a que su brazo derecho, Guadalupe Acosta Naranjo se hizo de la presidencia interina de este partido.
Los medios de comunicación revelaron que incluso entre los 3 integrantes de la CNG hubo discrepancias para explicar el fallo. No debió ser fácil, ante las presiones de ambos grupos y la falta de mecanismos internos para calificar y sancionar los diversos grados de irregularidades que pueden darse en una elección que en éste y procesos anteriores parece que premia a quienes cometen más fechorías que a quienes se conducen bajo normas éticas y de responsabilidad política.
Mientras los secretarios de la CNG, Renato Sales y Dolores de los Ángeles Nazares, aceptaron que en muchas casillas que debieron anularse no hubo forma de acreditar las irregularidades, la presidenta, Ernestina Godoy, explicó ante la prensa el mecanismo por el que se manipuló la documentación electoral para hacer aparecer actas que consignan votación de casillas no instaladas y atípicas.
La señora Godoy precisó que la votación atípica se ha perfeccionado en el PRD, ya que aun cuando se han impuesto barreras, como la entrega de un límite de boletas –de 600 a mil por casilla–, se siguen rebasando y se han perfeccionado tanto en la presentación física de las casillas como en la elaboración de actas para cuidar que la votación sea aritméticamente igual, otorgando 15 o 20 votos a otros de los contendientes para evitar “casillas zapato”. El mapachsimo que muchos dentro de este partido tanto le criticaron al PRI.
Será por eso que encabezados por muchos miembros de la directiva estatal perredista y los líderes más visibles de sus corrientes, mas legisladores afines, conocidos personajes amarillos se identifican tanto con Ulises Ruiz, quien antecedido de una larga historia de trampas electorales, logró la gubernatura oaxaqueña haciendo exactamente lo mismo que los “chuchos” : fraude.
En la controvertida elección – dice la información oficial- hubo 161 casillas con votaciones de 901 a mil electores, cifra 287 por ciento mayor que la registrada en la elección presidencial de 2006.
De un total de casillas impugnadas, principalmente por los candidatos Alejandro Encinas y Alfonso Ramírez Cuéllar, el total de votos fue de 129 mil 364. De éstos, 84 mil 175 fueron para Ortega, 13 mil 216 para Encinas, mil 395 para Ramírez Cuéllar, 848 para Camilo Valenzuela y 690 para Miguel León; el resto fueron anulados.
Por la explicación escuchada a la presidenta de la CNG, quien discrepó del criterio que sus otros dos compañeros tomaron para definir la “legitimidad” de algunas casillas consideradas atípicas, se intuye que los órganos internos del PRD también están contaminados de la corrupción que desde hace tiempo permea en este partido.
En estos largos cuatro meses que duró el recuento y las impugnaciones, los “chuchos” lograron jalar hacia su causa a dos de los 3 integrantes de la CNG.
Así se explica que en la resolución final validaran la llamada votación atípica, que no es otra cosa, que votación sucia, manipulada, cosa que si bien es cierto ya se ha conocido en procesos anteriores, en la que acaba de anularse se multiplicó, en manos de los “chuchos” y uno que otro encinista incluso. Lo anterior confronta cualquier parámetro existente en las leyes electorales o en las normas internas del Partido de la Revolución Democrática.
Aunque se hicieron observaciones muy puntuales sobre la forma en que perredistas chiapanecos hicieron trampa para elevar la votación de Ortega y se habló de que se sancionará a los responsables de irregularidades en varios estados del país, se duda mucho que con las normas actuales existente dicho partido vaya a castigar de manera ejemplar a los tramposos que con la anulación de ahora, siguen vivos y actuantes.
Imagínense: si suspendieran de sus derechos o expulsaran a los corruptos y tramposos, el PRD de Oaxaca se quedaría sin sus principales figuras cuyos nombres son bien conocidos e identificables hasta en el modo de presentarse ante la opinión pública. Son los mismos que sin que hubiera resolución de por medio, se dicen dirigentes electos; se ostentan como dirigentes estatales; pasean como diputados su impunidad en lujosa camioneta o vehículo adquirido con dineros públicos, y construyen mansiones con dinero mal habido.
Son de la misma calaña quienes se sienten ofendidos porque se les identifica con Ulises Ruiz y su política de golpear a la APPO, pedir la represión en contra del movimiento social, y no dudar en repartir despensas y aves de corral para comprar lealtades de los pobres y necesitados.
Son todos ellos los que amenazan con denunciar a periodistas que desnudan su falta de compromiso moral y ético con quienes desde las bases han perdido hasta a sus familiares defendiendo a un partido que por muchos de sus representantes ha cambiado la ideología de izquierda por las comodidades que significa estar cerca del poder oaxaqueño. A los “chuchos” oaxaqueños me refiero.
Con la anulación del proceso interno apenas si se sanciona en algo el “estercolero” amarillo al que contribuyó esta burocracia, con el mismo ahínco con el que se dejan seducir por el PRI-gobierno.
Contactos: Ernesto_reyes_647@hotmail.com
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