Dos años sin Brad

Sociedad abierta

ERNESTO REYES
El vienes 27 de octubre del año 2006, en la cresta del conflicto oaxaqueño, según muchas evidencias, que incluso son respaldadas por organismos como la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Amnistía Internacional y Reporteros sin Fronteras, un grupo de priistas y pistoleros de Santa Lucía del Camino asesinaron al camarógrafo estadounidense, Bradley Roland Will.
Su muerte cambió diametralmente la situación imperante en ése momento, porque fue argumento para que el gobierno de Vicente Fox autorizara el ingreso de las fuerzas federales – Policía Federal y Ejército- para desalojar las barricadas y tomar por la fuerza la ciudad de Oaxaca que estaba prácticamente en manos de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca.
Sin embargo, Brad no era un norteamericano común, pues su corta vida la había pasado al lado de quienes fustigaban las políticas neoliberales y armamentistas de los Republicanos. Will pertenecía a los llamados altermundistas que de diversos modos se expresaban contra los efectos de la globalización económica.
En esta condición y asociado a la agencia Indymedia, viajó a Cancún Quintana Roo, al medio oriente y a todo aquél lugar donde se celebraran cumbres de los países desarrollados. Así llegó a Oaxaca, cuando la situación empezó a rebasar los límites locales.
Brad simpatizaba con el movimiento y a través de su trabajo buscó reflejar las injusticias cometidas por el gobierno en contra de los activistas de quienes simpatizaban con la demanda de que Ulises Ruiz se fuera del gobierno.
Por tanto, es completamente inverosímil, que simpatizantes de la APPO – con quienes convivía Will en los campamentos, en las barricadas, etcétera, acompañándolos para cubrir la información de muchas de las actividades que emprendían para defenderse del acoso policial- hubieran atentado contra su vida.
Es monstruoso, que la Procuraduría General de la República sin ninguna reflexión asumiera como suyas la sesgada investigación que en el colmo del cinismo había realizado la Procuraduría General de Justicia a cargo de Lizbeth Caña Cadeza, quien por otro lado, parece haber sido premiada al encargarle la titularidad de la Auditoría Superior del Estado.
Pocos días antes de este segundo aniversario, y buscando acreditar un trabajo deleznable de la Fiscalía Especializada en delitos contra Periodistas, la PGR consignó el caso ante un juez local y éste obsequió en poquísimas horas las órdenes de aprehensión que mantienen a Juan Manuel Martínez Moreno en prisión, acusado de haber accionado el arma que privó de la vida a Will. Hay dos señalados de encubrimiento y 6 más que se busca para detenerlos.
El día que mataron a Will, un grupo de amigos y compañeros periodistas nos reunimos desde temprano para festejar el cumpleaños de Silvia Chavela, por lo que hacia el mediodía empezaron a llegar mensajes que alertaban de las feroces embestidas que en esos momentos emprendían grupos paramilitares, en contra de varias barricadas, centrándose la atención en la ubicada en la calle Calicanto, y en San Bartolo Coyotepec.
Cuando salimos de la casa de la familia de Patricia Norma, tardamos mucho tiempo en ingresar al centro de la ciudad, para enterarnos de los trágicos acontecimientos que otros compañeros con gran valentía y compromiso habían cubierto ya.
El ambiente por demás tenso y de alta crispación, porque para mi opinión había sido el más difícil después del desalojo del 14 de junio, pues la ciudad asemejaba un estado de pre guerra, afectaba más a los camarógrafos y fotógrafos de innumerables medios nacionales e internacionales que habían llegado a cubrir el conflicto. Además de Brad, un fotógrafo de Milenio había resultado con un rozón de bala en el mismo lugar donde había caído el camarógrafo.
Sostengo la teoría, que una mente perversa ordenó a los paramilitares asesinar a un periodista extranjero para tener el pretexto que dos días después se concretaría mediante el ingreso de la PFP a Oaxaca.
Por el seguimiento que grupos de inteligencia le daban a sus actividades, les acomodaba hacerlo contra Brad por su condición de representante de un medio alternativo, y lo más grave: implicar posteriormente a los amigos de la víctima, eximiendo a los verdaderos asesinos.
Este lunes los amigos y compañeros de Brad Will lo recordarán, denunciando la injusticia que tiene a un inocente en la cárcel y exigiendo castigo a los culpables.
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