viernes, 13 de junio de 2008

Procesos de autonomía

Sociedad abierta
ERNESTO REYES
Los días 23 y 24 de mayo pasados, autoridades municipales y comunales, así como representantes de organizaciones civiles, comunitarias y regionales, se reunieron en el Foro de los Pueblos Indígenas de Oaxaca, en las instalaciones de la escuela Normal Bilingüe Intercultural de Oaxaca, con sede en San Jerónimo Tlacochahuaya.
A la convocatoria acudieron representantes de los pueblos Amuzgo, Zapoteco, Mazateco, Mixe, Mixteco, Chocholteco, Huave, Triqui, Chontal, Chatino y Cuicateco.
Después de amplias deliberaciones, sobre los temas relativos al maíz y la situación del campo; la cuestión de las tierras, territorios y recursos naturales de los pueblos indígenas; la autonomía indígena y la educación para la vida comunitaria, emitieron un pronunciamiento que es preciso difundir por medio de este espacio.
Por causas diversas, su difusión se vino posponiendo, como lo habían solicitado, pero es importante destacar que entre las propuestas y posicionamientos destacan los siguientes 10 primeros puntos. Por cuestiones de espacio mañana ofrecemos los otros diez.

Reiteramos que los pueblos y las comunidades indígenas somos los legítimos propietarios y herederos de las tierras, territorios y recursos naturales en los que vivimos. Por tanto exigimos el reconocimiento y respeto de las propiedades originarias de nuestras tierras, territorios y los recursos naturales.
Nos oponemos a la privatización y comercialización de las tierras, territorios y los recursos naturales de los pueblos indígenas, por parte del Estado y las empresas nacionales y extranjeras. Demandamos el alto total de todas aquellas acciones y proyectos que atentan contra nuestras tierras, territorios, lugares sagrados y recursos naturales.
Exigimos la suspensión y cancelación de todas las concesiones otorgadas a empresas extranjeras y nacionales para la explotación y aprovechamiento de los recursos naturales en los territorios indígenas.
Exigimos la no creación de más leyes, decretos, reglamentos que tiendan a despojar y facilitar el aprovechamiento de recursos naturales por terceros ajenos a nuestras comunidades.
Exigimos el respeto a la consulta, participación y al principio del consentimiento previo, libre e informado de los pueblos y comunidades indígenas en todos aquellos proyectos que tiendan a impactar o quieran ser implementados en los territorios de los pueblos indígenas. Decimos con mucha claridad al gobierno estatal y federal que no permitiremos ningún proyecto en nuestras tierras y territorios que atente contra nuestras formas de vida y culturas, y la naturaleza en su conjunto.
Reafirmamos la urgencia de recuperar la autonomía económica, productiva y alimentaria de nuestros pueblos indígenas. Para ello necesitamos recuperar y fortalecer el sistema de cultivo a través de la milpa, aumentar el cultivo del maíz, el uso de los abonos orgánicos, el cuidado del agua, el uso y cuidado de las semillas propias, la recuperación de los sistemas de ayuda mutua, el fortalecimiento de los mercados y tianguis locales y regionales, la implementación de las diversas formas de ecotecnias, entre otras. En este marco, debemos fortalecer la producción de nuestros alimentos a fin de encarar con fortaleza las graves crisis que se ciernen sobre la humanidad, por la insuficiencia de alimentos y el cambio climático.
Nos oponemos tajantamente al cultivo del maíz transgénico y al uso de agroquímicos porque generan enfermedades, mismos que están llevando a una degradación de nuestras vidas y de la naturaleza.
Planteamos a las instancias pertinentes para que se incorpore en los planes y programas educativos, en sus diversos niveles y ámbitos, la cultura de respeto y desarrollo sobre la cuestión del maíz y la agricultura propia de los pueblos indígenas.
Reafirmamos el valor y la importancia de nuestras prácticas políticas propias y ancestrales, que se expresan en las asambleas comunitarias, sistemas de cargos, obligaciones y contribuciones comunitarias, entre otros, como la base para el fortalecimiento de los procesos de autonomía, a escala comunitaria, municipal y regional y en los ámbitos político, jurídico, económico, social y cultural.
Hacemos énfasis en la importancia de la articulación e interacción de las comunidades y municipios indígenas para el ejercicio de la autonomía en el ámbito regional, tal como está garantizado en los Acuerdos de San Andrés, en la legislación Oaxaqueña, particularmente en el artículo 94 de la Constitución local que prevee la asociación de las comunidades y municipios indígenas; y la recién aprobada Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

En el foro participaron ponentes de Servicio del Pueblo Mixe SER A.C., Servicios para una Educación Alternativa EDUCA A.C. Escuela Normal Bilingüe Intercultural de Oaxaca ENBIO y Coalición de Maestros y Promotores Indígenas de Oaxaca CEMPIO, entre otros.
Por lo anotado en estos diez puntos, sigue vigente la lucha de pueblos y comunidades porque las instituciones nacionales respeten y apoyen sus prácticas culturales, económicas y sociales, incluso políticas, para que ellas mismas se doten de mecanismos internos de autogestión y gobierno.
Nada es más perjudicial que la intromisión de culturas y prácticas ajenas, no sólo en este aspecto, sino en la forma de penetración en sus territorios, en sus ambicionados recursos naturales y hasta en sus expectativas de vida. Para afirmar la vigencia de la lucha que se libra por conquistar la autonomía, se esperan que los pueblos participantes pongan en práctica todos estos acuerdos. Seguimos con el tema.
Contactos: Ernesto_reyes_647@hotmail.com
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ernestreyes@prodigy.net.mx

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