Sociedad abierta
ERNESTO REYES
No puede ni debe pasarse por alto la agresión perpetrada en contra del periodista Pedro Matías Arrazola, quien afortunadamente vive para contarlo, pero del ataque ha quedado con secuelas físicas y psicológicas. Pedro, además de colega, es amigo de muchos de nosotros y acompañante de muchas causas.
Apenas el mes pasado lo acompañamos a velar a su hermano Rafael, fallecido de una enfermedad terminal, por lo que su mamá, sus hermanos, primos y demás, no podían soportar la pérdida de otro miembro de la familia.
La vida sin sobresaltos que llevaba Pedro cambió diametralmente hace ocho días, por lo que ahora tendrá que valorar la forma en que enfrentará la exigencia de investigación para dar con los culpables de este atentado. Cuenta con el acompañamiento de muchos de sus compañeros y organismos defensores de derechos humanos y de la libertad de expresión. Pero queda en él la decisión.
Cuando se agrede a un periodista, lo dice la experiencia, se voltea hacia qué poderes o a qué personas podrían beneficiarse de que se calle o deje de escribir. Uno se pregunta si es que se busca la simple autocensura, que no toque ciertos temas o que deje de señalar a personajes noticiosos. O incluso a poderes institucionales e irregulares que se sienten lastimados por la fuerza de la información. Ninguna línea de investigación debe descartarse. Hay algunos que no quisieran que Pedro siguiera difundiendo informaciones que afectan sus oscuros intereses, pero hay muchos más que agradecen su labor periodística comprometida con la realidad oaxaqueña y su tiempo.
Lamentablemente, el grado de impunidad y de colusión existente entre delincuencia y autoridades, nos ha hecho perder justificadamente la confianza en las instituciones de administración y procuración de justicia.
La historia la describe un organismo internacional:
“Reporteros sin Fronteras se siente descorazonada al conocer el secuestro y la retención de Pedro Matías Arrazola, del diario Noticias de Oaxaca y corresponsal del semanario nacional Proceso en la ciudad de Oaxaca. Retenido durante doce horas en la noche del 25 al 26 de octubre de 2008, el periodista sufrió un repetido trato violento y tortura psicológica.
“El secuestro de Pedro Matías pone de manifiesto una barbarie increíble. En el momento en que se debate federalizar los crímenes contra la prensa, pedimos que esta investigación se ponga inmediatamente en manos de las autoridades federales. Si el caso acabara sumándose a los muchos que permanecen impunes, particularmente en esa región, habría que dudar de la voluntad política, manifestada a niveles muy altos, de sacar a México del triste puesto que ocupa entre los países más peligrosos del continente para los periodistas”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
“Pedro Matías Arrazola, fue secuestrado en la noche del 25 de octubre, cuando salía de la sede del periódico para volver a su domicilio. Sus victimarios le dieron una paliza y le estuvieron aterrorizando durante horas, entre otras cosas simulando ejecutarle. Sucesivamente le fueron amenazando con tirarlo por el suelo con el coche en marcha, cortarle los órganos genitales (“a ver si le bajas de huevos pinche güey”), violarle y decapitarle (“ya bájale”), preguntándole cínicamente de qué forma prefería morir.
“El aviso afecta también a su familia, a la que dijeron tener “localizada”. Le dejaron libre hasta la mañana siguiente, en la localidad de Tlacolula de Matamoros, a una treintena de kilómetros de Oaxaca, fue despojado de su coche, celular y documentos de identidad. No obstante estar muy afectado psicológicamente, enseguida acudió a presentar una denuncia en el ministerio público.”
“El Estado de Oaxaca – refiere el organismo- se ha hecho famoso por las graves violaciones de la libertad de prensa, y de los derechos humanos, constatadas allí en los últimos años por organismos internacionales. El gobernador Ulises Ruiz Ortiz, y sus partidarios, ya fueron demandados por utilizar la violencia contra la redacción de Noticias de Oaxaca en 2005 y por el asesinato del periodista norteamericano Brad Will.”
“Reporteros sin Fronteras reitera su pedido a las autoridades federales de investigar esta agresión de manera inmediata y garantizar la seguridad de Pedro Matías y sus familiares.”
Hasta aquí la alerta internacional que circula en todas las redacciones, con la esperanza de que las autoridades que corresponda investigar este condenable atentado, cumplan con su tarea. Nos sumamos a esta exigencia.
Contactos: Ernesto_reyes_647@hotmail.com
Sociedadabiertareyes.blogspot.com/
sábado, 1 de noviembre de 2008
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